Producción de granos: De los campos al consumidor final

La cadena de suministros de los agronegocios comienza en los campos. Una vez cosechado el maíz, trigo, arroz, frijol o cualquier otro grano, los eslabones de la cadena logística comienzan a sincronizarse para llevar los insumos al consumidor. En México, la producción de cereales supera las 44 millones de toneladas anuales, de acuerdo con estadísticas de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).

Por lo tanto, para satisfacer la demanda de granos, todos los involucrados de la cadena cumplen con un papel crucial. Desde la recepción, se reciben, registran y certifican a partir de una muestra, la calidad y el peso de los granos para determinar su aceptación o rechazo. Cuando el producto es aceptado, pasa a la descarga en la bodega habilitada para el almacenaje adecuado.

Para ofrecer un grano de calidad, no sólo basta con almacenarlo correctamente. La cultura de calidad exige otros procesos que garantizan poder ofrecer un grano limpio y de buena presentación. Estos procesos se conocen como cribado, envasado y aquintalado. En el cribado se realiza la separación de impurezas y granos defectuosos. Una vez obtenido el producto limpio se procede al envasado y aquintalado en una costalera nueva de polipropileno.

Con respecto a los procesos de recepción, almacenaje, embarque y distribución de los granos, deben llevarse a cabo de manera organizada a través de un control de inventarios en bodegas habilitadas, equipadas y certificadas por almacenes generales de depósito. En ALMER, además de contar con las certificaciones correspondientes para recibir, almacenar y distribuir productos agrícolas nacionales, ofrecemos los servicios de cribado, envasado y aquintalado de granos.

Fuentes:

http://www.financierarural.gob.mx/informacionsectorrural/Precios%20Lateral/PreciosNacionales.pdf

http://www.financierarural.gob.mx/informacionsectorrural/

http://documents.mx/documents/6-maiz-blanco-final.html